jueves, 19 de septiembre de 2013

Cuando lo importante de viajar es el viaje en si y no el destino.


"La soledad parece ser uno de los estigmas de esta sociedad y la gente huye de ella como de la peste. Sin embargo, no es lo mismo sentir la soledad que estar solo."

No negaré que viajando solo existen momentos flojos en los que puedes echar en falta un poco de compañía, pero por lo general se supera, esa condición te convierte en una esponja necesitada de empaparse de lo que te rodea, de hablar con la gente, de comunicarte, de socializar.

Creedme: no hay viaje más solitario que el que uno pasa hablando e interactuando solo con sus compañeros de viaje sin salir de esa burbuja y sin contactar con la gente local.




No es que sea una monja eremita o no tenga amigos. Si puedo ir con alguien con quien sé que hay buena relación, no lo desdeño. Simplemente pienso que "Más vale solo/a que mal acompañado" es una máxima para grabar a fuego en el dintel de tu casa.

Viajar saca lo peor de nosotros mismos; son 24 horas sobre 24 fuera de tu entorno, sometido a cambios constantes, a sensaciones nuevas e inesperadas. Viajar cansa, agota. Te mueves en territorio desconocido y recibes continuos estímulos en todos los sentidos. Y no hay cuerpo humano que aguante eso sin estallar alguna vez.



Es bueno viajar solo/a porque:

-Te obliga a ir con los cinco sentidos alerta.

-Hay más posibilidades de conocer gente y entablar amistades que en grupo.

-Es bueno alguna vez en la vida estar a solas con uno mismo durante un largo periodo (aprendes mucho de ti).

-Adoro la sensación de estar solo en un paraje especial, en un atardecer, frente al océano, en lo alto de una montaña o en una duna del desierto. Es adictivo.

Mi consejo: si podéis viajar con alguien afín, hacedlo. Pero nunca dejéis de cumplir un sueño porque no tenéis compañero o compañera de viaje. Todo el mundo es capaz de viajar solo o sola alguna vez. Y además es una experiencia enriquecedora.


El temor es solo una barrera que nos pone una sociedad donde estar solo parece signo de fracaso personal.

Basta elegir el sitio adecuado y para evitar peligros, poner en la maleta un poco más de sentido común. 



"En ocasiones, lo importante es el viaje y no el destino"


2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo,
    por lo poco que sé, cuánto menos entiendo el entorno, más me entiendo a mí mismo, y mucha perspectiva.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo mejor es el viaje con y hacia el interior de uno mismo. Son experiencias que se quedan grabadas.

      Eliminar